G O S H
Sentada y silente,
sobre el pináculo de un risco.
Observando como caen,
a mis lados mismos,
fragmentos sin cumplir
de inalcanzables ahíncos.
Volando por los aires,
semejantes a un brizno.
Deshoje ineludible
de la flor de la vida,
como agobiante desconsuelo,
envuelve el alma.
Afligido denuedo...
reemplaza la calma,
pintando de tristeza
la existencia mía.
Se llevan con ellos,
mis contadas alegrías.
Pronto mis lágrimas,
ocuparan su lugar.
Mis ignotos triunfos,
serán imágenes sombrías
de laureles remotos
que jamás volverán.
Contienda sin cuartel,
se desarrolla en mi alma.
Sólo tu haz de luz,
brindará resplandor.
Resurgiré como el fénix,
me devuelves la calma.
Del ahogado emitiré,
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