Sacerdote, Profeta y Rey
Va de leyenda, pero con una gran lección.
Un comerciante católico llega a Persia, lo agarran casi en la frontera, y lo llevan hasta la presencia del rey, que vive en un palacio con derroche de lujo oriental. Oro, piedras preciosas, tapices primorosos por doquier, y una vida relajada cuanto podamos pensar. El soberano persa, discípulo de Mahoma, le manda abrir los bultos: -Quiero ver hasta la última joya que traes.
El comerciante cristiano sonríe: -¿Joyas? No traigo más que una: ¡Mírala! Y le enseña un simple Crucifijo de madera. El rey musulmán empieza a reír a carcajadas: -¿A esto le llamas tú, miserable, una joya? Dime: si ése no era un criminal, ¿por qué lo colgaron en una cruz?...
El comerciante no se arredra: -Lo mataron así porque los jefes de su pueblo no toleraron las verdades que les decía de parte de Dios. Muriendo de esa manera nos salvó a todos y nos conquistó como Reino suyo. Por eso yo lo adoro y lo quiero, porque es mi Señor.
El musulmán no puede con su risa: -¡Llévense, llévense de delante de mí a ese loco, tan loco o más que ese Dios a quien él adora!
Dice estas palabras blasfemas, cuando el ajusticiado del madero se reanima, vuelve la cabeza, y mira severamente al rey musulmán, el cual queda aterrado hasta perder el sentido. Al volver en sí, dice temblando:
- Sí, ese Dios es diferente; es demasiado fuerte, y yo no lo sabía. ¡Qué joya tienen los cristianos!...
Vamos a dejar la leyenda, para pensar en las palabras del comerciante cristiano, que sabía muy bien lo que se decía.
Jesucristo fue el Profeta que, por hablar alto en nombre de Dios, se lo quitaron los hombres de encima.
Jesucristo fue el Sacerdote que se ofreció a Sí mismo como víctima y salvó al mundo.
Jesucristo, como lo proclama el título de la Cruz, es el Rey que se ha atraído a Sí todos los corazones.
Cuando queremos dar a Jesucristo los grandes títulos que le corresponden como Dios y Hombre verdadero, lo decimos con estas tres palabras que resumen toda su misión: Jesucristo Sacerdote, Profeta y Rey.
¿Qué significa para Jesucristo ser Sacerdote?
Jesucristo Sacerdote es el puente que une el Cielo con la Tierra. Es el Mediador entre Dios y los hombres. Es el que trae del Cielo a la Tierra todos los bienes de la salvación, y es el que lleva de la Tierra al Cielo todos los anhelos de los hombres sus hermanos para presentarlos a Dios su Padre.
Como Sacerdote, Jesucristo merece ser llamado más que nadie “Un Hombre todo de Dios”. Un Hombre tal, que la Biblia dice de Jesucristo: -Éste es el sacerdote que nos hacía falta: santo, inocente, inmaculado, separado de los pecadores y más alto que los cielos (Hebreos 7,26)
Con Sacerdote semejante, que intercede siempre a favor nuestro, ¿quién tiene miedo de acercarse a Dios? ¿Quién no puede esperar de Dios la salvación? ...
La mística Santa Gertrudis la Grande tiene un día una célebre visón durante la Misa al alzar el sacerdote la Hostia Sagrada: -¡Jesús! ¿Esto es lo que haces ahora! -Sí, Gertrudis. Celebrada la Consagración, yo me pongo así en el altar, tomo mi Corazón
en las manos, y aunque glorificado en el Cielo, me ofrezco aquí como en el Calvario al Padre por el bien de mi Iglesia.
Este es Jesucristo, nuestro Sacerdote y Mediador...
Después ¿qué significa para Jesucristo ser Profeta?
Profeta es el que habla en nombre de Dios. Y Jesucristo, Hijo de Dios, salido de Dios, venido al mundo para hablarle la palabra de Dios, tiene la palabra definitiva en el mundo. Es el Maestro incuestionable. Es el Maestro que debe ser creído. Es el Maestro que, al hablar, no habla cosa propia, sino que habla y enseña lo que ha visto y oído y vivido desde toda la eternidad en el seno de Dios.
¡Hay que ver la seguridad que nos da a nosotros el escuchar a Jesucristo como Maestro supremo!...
¿Y qué significa para Jesucristo ser Rey?
Cristo es con el Padre el Creador de todas las cosas y todas le pertenecen; conquistó a todos los hombres con su sangre, y somos suyos; y recibió del Padre en herencia todas las gentes, por lo que Jesucristo es el Rey del universo, y será el Rey inmortal de todos los siglos, de modo que su Reino no tendrá fin.
El pueblo cristiano se ha formado una conciencia muy clara modernamente de lo que significa este reinado de Jesucristo, cuando ha visto cómo por Jesucristo Rey han derramado su sangre muchos puñados de mártires, cuya última palabra era un ardiente ¡Viva Cristo Rey!...
¿Sabemos el origen de este grito martirial? Durante la persecución
religiosa del Presidente Calles, un sacerdote mexicano cae en manos de los soldados que le gritan: -¡Entrega eso que llevas! El sacerdote, muy enérgico, se niega en redondo: -Pueden matarme, ¡Pero el Santísimo Sacramento no lo entrego! Da rápido dos pasos atrás, y consume la Sagrada Hostia.
Llegado a la Comisaría, le dice el Jefe: -Ahí están esos detenidos. Confiéselos primero, pues ellos quieren un Cura, y después veremos lo que habrá que hacer.
Toda una bendición de Dios para los presos, condenados a muerte. Una vez confesados, viene el Comisario: -Y ahora, si quiere salvar la vida, haga el favor de declararme todo lo que ésos le han confesado.
El sacerdote se planta como un león: -¿Qué?... ¡Eso sí que no lo conseguirá jamás! Furioso el Comisario, manda fusilarlo inmediatamente, y el valiente mártir lanza un vigoroso “¡Viva Cristo Rey!”.
Este grito se difundió como pólvora por todo México, convertido después en santo y seña de mártires innumerables (El sacerdote Gorca, de Zacatecas)
Sacerdote, Profeta y Rey... ¡Jesucristo es grande de verdad! Aunque lo veamos aquí clavado en una cruz, es la joya más rica y deslumbrante que luce el Cielo!...
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