¡Date un chance!... Y juega otra vez


Comparativamente hablando, podríamos decir que nuestra vida parece un juego... Un juego que se divide en diferentes etapas. Veamos como:

El Beisbol, se divide en innings.
El Voleibol y el Futbol, en tiempos.
El Tenis, en set.
Los juegos de Internet, atari o play station, en etapas, estaciones.
La vida en edades, niñez, adolescencia, tercera edad, etc, etc, etc.

Les suena familiar, ¿Cierto?.

Pues continúan apareciendo similitudes y semejanzas.

¿Qué sucede cuando en un partido o juego se comete un error, falta o equivocación?

En el Beisbol y en el tenis, se le llama, fault.
En el Voleibol o en el futbol, Faltas.
En los juegos de internet, atari o play station; se les conoce como errores.

¿Y en nuestras vidas cómo le llamamos? ...Respuesta: Pecados.

Sigamos buscando semejanzas:

¿Qué sucede cuando en los juegos se incurre en faltas, equivocaciones o errores?. Se sanciona a jugador con una pena acorde con la magnitud de la falta hecha y continuamos el partido, hasta el final, donde hay un perdedor y un ganador.

¿Cuál sería nuestra forma de corregir la falta, error o equivocación cometida?... A ver... A ver... A ver.... Fácil... el Jugador por Excelencia... Cristo Jesús nos las regaló y se le conoce como el Sacramento de la Confesión.

El Señor fue tentado en el desierto por Satanás (Mt 4, 1-11/Lc 4, 1-13).Mas, Jesús quiso enseñarnos, no por medio de su poder divino, sino como hombre, con su humildad, que podemos vencer las tentaciones del malignos y llegar a ser tan santos como Él (Lc 4, 13)

Y en su inmenso amor, con conocimiento de causa, si fijó la estrategia para ayudarnos a salir airosos de las tentaciones y caidas provocadas por el maligno.

Te invito a conocer más acerca de esta regla para mejorar tu ranking de juego... o mejor dicho tu calidad de vida...

EL SACRAMENTO DE PENITENCIA O CONFESIÓN






Como se practicaba en el A. T.  LEV. 5, 25-26
25 “Si lo juzgas conveniente, traerá a Yavé su sacrificio por el pecado: un carnero sin defecto, una res de ganado menor, y lo dará al sacerdote. 26 El sacerdote hará la expiación por esta persona en presencia de Yavé, y le será perdonado el pecado que haya cometido.
  
Mandato de JESÚS . JN. 20, 21-23. 
21 Luego Jesús dijo de nuevo:
–¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.
22 Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
–Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.

Cumpliendo con ese mandato. HECH. 19,18.
También muchos de los que creyeron llegaban confesando públicamente todo lo malo que antes habían hecho

Recordando que tiene origen Divino II COR 5, 18-20.
18 Todo esto es obra de Dios, quien, por medio de Cristo, nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación. 19 Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje.20 De modo que somos embajadores de Cristo, como si Dios mismo os rogara por medio de nosotros. Por eso, en el nombre de Cristo os rogamos que aceptéis la reconciliación con Dios. 21 Cristo no cometió pecado alguno, pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para así, en Cristo, hacernos a nosotros justicia de Dios.

Lectura recomendada: http://laverdadcatolica.org/F15.html

     Seamos dóciles de corazón y humildes como Moisés después el éxodo de Egipto y digamos al Señor "Si de veras he hallado gracias a tus ojos, dígnate venir ahora con nosotros, aunque este pueblo sea de cabeza dura; perdona muestras iniquidades y pecados, y tómanos como cosa tuya" Ex 34, 8-9)

       En la vida del ser humano suceden, a lo corto y/o largo de su existencia, un sin fin de situaciones... algunas agradables, otras no tanto y unas, en definitiva, totalmente desagradables.

     En fin, situaciones éstas, a las que no le hallamos, ni pies ni cabeza, al encontrarnos inmersos en la vorágine de nuestra cotidianidad... la cual nos conduce como una hoja seca... ¡a dónde mejor le parezca...!

     Desentrañar el propósito o misión que estas experiencias significan en nuestra vida, sólo es comprensible cuando encendemos la Luz, cuando nos permitimos escuchar a la Voz de nuestra conciencia; cuando acallamos y frenamos, bajo la gracia divina todos esos afectos y emociones desordenadas con el santo temor y divino amor.

     Alcanzar la madurez espiritual resulta ser una especie de montaña rusa... donde en un momento nos ubicamos en la cresta (cúspide o cima) y al otro estamos en el foso (fondo u hoyo)... Pasando desde los estados más sublimes de gracia, alegría y júbilo hasta los estadios depresivos más profundos, producto del cúmulo de zancadillas presentadas por el enemigo de Dios; a saber: las tentaciones que nos alejan de Él.

    Estas reflexiones obedecen a un proceso retrospectivo personal, motivado por la búsqueda de respuestas ante un estadio depresivo que amenazaba con alejarme del camino recorrido de la mano del Hacedor Universal... Lento y sinuoso ha sido y continuará siendo la ruta hacia la Meta Final.


Más por la recompensa definitiva...
¡bien vale la pena el tropezar... 
lo interesante del asunto ... 
es el perseverar!

    Se hace necesario deslindarse de ataduras humanas que limiten el libre y cónsono obrar en la Construcción del Reino... 

   Liberarse de realidades que nos perturban interiormente... se vuelve menester.

"En aquel que cumple la palabra de Cristo...
el amor de Dios ha llegado a su plenitud"
(1 Jn 2, 5)


Dios te ha hablado y tiene para ti una pregunta: ¿De que lado estas tú... del equipo triunfador o de los perdedores?

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